En cuanto llega el verano, a todos nos gustan los frutos rojos: fresas, frambuesas, arándanos, moras, grosellas rojas o negras… Fáciles de cultivar, ocupan poco espacio en el jardín, por lo que se adaptan perfectamente a los pequeños jardines, huertos o balcones.
Dato: Son antioxidantes y nos aportan potasio, esencial para nuestro bienestar al actuar sobre la fatiga, los músculos, la hipertensión.
PLANTAR
La mayoría de las bayas se plantan a principios de otoño. Sus plantas podrán enraizar bien y le proporcionarán buenas bayas para el año siguiente. Las plantas de fresa compradas en vaso se pueden plantar a principios de primavera para cosechar en la temporada.
Para los arbustos de mora, prefiera un suelo no demasiado húmedo. Los arbustos de frambuesa se adaptan a todo tipo de suelos y les encanta el sol. En cuanto a las plantas de fresa, no toleran los suelos demasiado húmedos y calcáreos. Por lo tanto, prefieren un suelo arcilloso.
En cualquier caso, elija un suelo soleado y previamente limpiado. Para obtener cosechas de calidad, añada estiércol a su suelo.
CUIDADOS
En otoño, tras la plantación, añada un abono especial para fresas o frutos rojos. Los arbustos de frutos rojos son muy sensibles a los ataques de las plagas.
Deshierbe el suelo con regularidad y, preferiblemente, acolchado.
En verano, riegue regularmente, evitando regar las hojas. No moje el follaje a riesgo de atraer a las plagas.
Puede añadir una pequeña red protectora para proteger sus frutos de los pájaros u otros depredadores.
Puede podar sus arbustos eliminando las ramas viejas, secas y dañadas que ya no producen frutos.
COSECHA
Las bayas se cosechan a medida que avanza la temporada y según sus necesidades. Son difíciles de conservar. Según la especie, se pueden cosechar de junio a octubre, antes de las primeras heladas.
Las bayas deben cosecharse lentamente y con cuidado, son frágiles, los gestos demasiado bruscos podrían dañarlas.
Las plantas viven en general 3 años, o más si están muy bien cuidadas.