Las manzanas son una de las frutas más comunes, con miles de variedades en todo el mundo. Algunas de las variedades más comunes son la gala, la golden, la lady, la granny smith… Cultivar un manzano en tu jardín es una forma divertida, fácil y económica de disfrutar de esta deliciosa fruta.

Dato:

¡Las manzanas tienen grandes beneficios para la salud! Regulan el tránsito, mejoran la salud bucal, previenen el cáncer y los accidentes cardiovasculares, ayudan a dormir…

PLANTAR

Antes de plantar tu manzano, piensa en cómo se adaptará al espacio disponible: crecerá mejor y más fácilmente si tienes un jardín grande.

Puedes plantar un árbol comprado en un centro de jardinería o semillas de manzano, que tardarán al menos 5 años en producir. También es esencial que el árbol pueda ser polinizado, de lo contrario nunca tendrás una manzana. Esta polinización será fácil si tienes mucha vegetación alrededor.

Planta tu árbol a mediados de otoño o a principios de invierno, para que tenga tiempo de echar raíces para la siguiente temporada. El suelo debe estar drenado, aireado, al sol y protegido del viento.

Para garantizar una buena producción de fruta, plante varias especies de manzanos. Separe los manzanos al menos 10 m para garantizar un buen crecimiento.

CUIDADOS

Riegue su manzano con frecuencia. No tolera los climas cálidos, por lo que el suelo debe permanecer hidratado.

Tu manzano te dará frutos durante varios años. Pódalo a finales del invierno, antes de que aparezcan los primeros brotes. Corta las ramas viejas y dañadas.

En otoño, añada un abono especial a la base del árbol. En verano, riegue regularmente sin encharcar. Aplique mantillo en la base del árbol para evitar que crezcan las malas hierbas. Esto también protegerá los frutos en caso de caída. Puedes tratar tu árbol en caso de parásitos, pero recuerda dejar los tratamientos cuando los frutos estén maduros.

COSECHA

Probablemente pasarán algunos años antes de que puedas cosechar los primeros frutos de tu árbol. Una vez que la fruta esté madura, puedes cosecharla antes de las primeras heladas, a principios del otoño, en el caso de las variedades de invierno.

Una manzana está lista para ser recolectada cuando se desprende muy fácilmente de la rama que la sostiene.

Las manzanas pueden conservarse bien. Sin embargo, consuma primero la fruta más madura, que no durará tanto. Guarde las demás en un lugar fresco, al abrigo de la luz y las heladas.